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De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada año cerca de 317 millones de personas en el mundo son víctimas de accidentes relacionados con fuego en el trabajo, de las cuales 2.34 millones mueren, por ello señalan que es necesario implementar medidas que garanticen que los empleados cuenten con el equipamiento necesario para poder realizar sus funciones de manera segura. 

En el caso de México, el Centro Nacional de Prevención de Desastres es el organismo encargado de establecer el uso de Equipos de Protección Personal (EPP) bajo las Normas Oficiales 017, 113, 023 y 026, reguladas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), organismo que realiza visitas de inspección para verificar su cumplimiento.

NOM-017-SSA2-1994: Esta Norma Oficial Mexicana establece los lineamientos y procedimientos de operación del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, así como los criterios para su aplicación en padecimientos, eventos y situaciones de emergencia que afecten o pongan en riesgo la salud humana.

NOM-113-STPS-1994: Establece las especificaciones mínimas de seguridad, métodos de prueba y características que debe cumplir el calzado de protección que utilizan los trabajadores en sus actividades laborales, de acuerdo al riesgo, como protección para sus pies.

NOM-023-STPS-2012: Establece los requisitos mínimos de seguridad y salud en el trabajo para prevenir riesgos a los trabajadores que desarrollan actividades en las minas subterráneas y a cielo abierto.

NOM-026-STPS-2008: Define los requerimientos en cuanto a los colores y señales de seguridad e higiene y la identificación de riesgos por fluidos conducidos en tuberías.

El EPP adecuado

El Centro Nacional de Prevención de Desastres define a los Equipos de Protección Personal como:

Equipos, piezas o dispositivos que evitan que una persona tenga contacto directo con los peligros de ambientes riesgosos, los cuales pueden generar lesiones y enfermedades.

En pocas palabras, los EPP sirven para proteger la cabeza, oídos, cara, ojos, vía respiratoria, miembros superiores e inferiores, pero ahora, ¿cómo elegirlos correctamente?

Para seleccionar la solución adecuada, se tienen que considerar las labores que se realizan, pues eso definirá los riesgos a los que se puede estar expuesto. Para ello, el empleador tiene la obligación de evaluar el lugar de trabajo y definir si el uso de estos equipos es necesario, y de ser así, qué protectores requerirán.

Dependiendo de las actividades, se puede necesitar:

1. Protección de ojos y cara: Incluye gafas de seguridad o protectores laterales, cascos o protectores especiales y caretas; todo lo que resguarde contra astillas, chispas, radiación térmica, vapores, polvo, partículas, arena, entre otros factores.
2. Protección de lesiones cerebrales: Los cascos puedes resguardar al cráneo contra impactos, heridas profundas e incluso choques eléctricos.
3. Protección de lesiones de miembros inferiores: Como su nombre lo dice, busca proteger a los pies y piernas. Son cualquier tipo de calzado destinado a ofrecer protección del pie y la pierna contra los riesgos derivados de la realización de una actividad laboral, también se pueden considerar a las polainas dentro de este rubro.
4. Protección de lesiones en las manos: representados principalmente por los guantes de trabajo, significan un escudo para evitar que las manos de los trabajadores queden expuestas a sustancias nocivas, quemaduras químicas o térmicas; laceraciones o cortes profundos e incluso abrasiones serias.
5. Protección de oídos: es la implementación de tapones u orejeras con el fin de evitar que el oído esté expuesto a niveles de ruido altos que puedan causar pérdidas o discapacidades auditivas temporales o permanentes.
6. Protección de lesiones para todo el cuerpo: Asignado para los trabajos con mayor nivel de riesgo en donde es necesario que la mayor parte del cuerpo del empleado esté protegido. Debe usarse en casos de exposición al calor o materiales calientes, radiación, materiales o desechos peligrosos, solo por mencionar algunos.
7. Protección respiratoria: Necesaria en donde el proceso genera polvo, vapor, gases, humo, partículas pequeñas o emanaciones perjudiciales. Debe tapar nariz y boca, o la cabeza completa si es necesario.

Es importante que cuando se seleccione el tipo de EPP ideal para el proceso se capacite al personal para usarlo correctamente, que sepa contra qué factores lo puede proteger y para cuales no, que pueda definir en qué momento puede retirarlo y cuándo es necesario cambiarlo.

El Centro Nacional destaca que el equipo es personal, que debe ser de la talla apropiada y debe mantenerse en buenas condiciones para ser capaz de resistir los accidentes para los que fueron diseñados.

Si desea conocer más sobre la prevención de riesgos, la dependencia ofrece cursos gratuitos en línea a través de la Escuela Nacional de Protección Civil. Las empresas proveedoras de estos equipos también son una opción para identificar la solución que más se adecue a los requerimientos de sus procesos.